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El pasado viernes el Consejo de Estado de la Unión Europea ha aprobado un Reglamento sobre la seguridad general de los vehículos de motor y la protección de los ocupantes, así como de los usuarios vulnerables de la vía pública. Esta acción forma parte de un intento "por reducir significativamente el número de accidentes mortales", según señala el organismo, y articula el acuerdo logrado el pasado mes de marzo en el Parlamento Europeo.

Este acuerdo obligaba a todos los vehículos nuevos que se comercialicen en el viejo continente a introducir nuevos sistemas de seguridad avanzados a partir de mediados de 2022.

Entre las medidas que se incluyen en el Reglamento se encuentra una interfaz para la instalación del alcoholímetro antiarranque, un asistente de velocidad inteligente o un sistema de advertencias por distracciones, somnolencia y pérdida de atención del conductor. Este desarrollo del acuerdo también obliga a introducir señalas de frenado de emergencias, detección de la marcha atrás, registrar datos de incidencias o sistemas precisos de control de la presión de los neumáticos, entre otras medidas.

El ministro de Empleo de Finlandia, Timo Harakka, ha manifestado que este nuevo Reglamento "da un nuevo impulso a la actuación de la UE en materia de seguridad Vial". Afirma que "aborda por primera vez los problemas específicos de los usuarios vulnerables de la vía pública, como los peatones y los ciclistas".