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Agroseguro ha dado confirmado que 2019 fue un ejercicio "meteorológicamente muy inestable, aunque algo más benévolo" que los anteriores en cuanto a indemnizaciones del seguro agrario, que alcanzaron los 640,74 millones de euros. De hecho, los tres últimos ejercicios se sitúan entre los cuatro más severos de la historia del seguro agrario, solo por detrás de 2012, el de mayor volumen de siniestralidad.

En su repaso del año Agroseguro recuerda que se registraron todo tipo de fenómenos climáticos extremos, desde heladas en invierno y primavera hasta varias DANA (gota fría) con intensas precipitaciones, a veces acompañadas de pedrisco. La gota fría más dañina fue la ocurrida entre los días 11 y 14 septiembre, convirtiéndose en el peor evento de este tipo de la historia del seguro. A ello sumaron precipitaciones escasas que se tradujeron en daños por sequía. Agroseguro sitúa la superficie siniestrada en 1,9 millones de hectáreas, correspondiendo la mitad a daños por sequía en cultivos herbáceos.

Daños

Los eventos climáticos afectaron especialmente a los cultivos de frutales, con una indemnización de 115,17 millones de euros, y a los de herbáceos extensivos, con 115,10 millones, de los que más del 96% corresponden a cereal de invierno y girasol. A continuación, les siguen las producciones de cítricos, con más de 63 millones de euros, las hortalizas y la uva de vino, con más de 37 millones de euros cada uno, y el olivar, cuya indemnización supera los 21 millones de euros.

También destaca las indemnizaciones en el seguro de compensación por falta de pastos, debido a la escasez de precipitaciones, que ascendieron a 24 millones de euros.

La Región de Murcia y Castilla y León fueron las regiones más afectadas, ambas con más de 100 millones de euros de indemnizaciones. También fue elevada la siniestralidad de las comunidades de Castilla-La Mancha, con cerca de 66 millones de euros, y Comunidad Valenciana y Extremadura, con más de 55 millones de euros cada una.