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Aseguradoras, bancos y gestores de activos tendrán que luchar al menos 2 años más con la situación de tipos de interés en mínimos históricos. En su último informe Moody's Investors Service examina los principales factores y señala que si se mantiene el crecimiento actual en Estados Unidos, en un plazo de 4-5 años aumentarían las tasas. Y de la misma forma, "esperamos que los tipos nominales en la zona euro aumenten gradualmente con el tiempo", advierte Madhavi Bokil, vicepresidente de Moody's. Pero a la caída de los tipos estiman que contribuirán el envejecimiento de la población, el aumento de la desigualdad, el mayor ahorro corporativo y el desarrollo de economías emergentes.

Para Moody's, "los bajos tipos de interés presentan un desafío político para los bancos centrales mundiales", mientras que un riesgo "importante" para la política monetaria sería "la incapacidad de estimular suficientemente la economía en caso de un choque negativo".

En ese entorno la clave está en la búsqueda de rentabilidad, un panorama en el que los gestores de activos se enfrentan a rendimientos decrecientes, lo que lleva a buscar "diferentes tipos de activos para limitar la disminución de los rendimientos que entregan a los inversores". Precisamente, cree que esa búsqueda de rendimiento podría plantear problemas de estabilidad financiera en el futuro si el entorno económico cambia.