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La supervisión policial a través de efectivos humanos se ha destacado clave para reducir las víctimas mortales en los accidentes de tráfico por incumplimiento de la normativa. Esta es una de las principales conclusiones del estudio 'Seguridad vial y supervisión de la norma' presentado por Fundación Mapfre y realizado en colaboración con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) y la Universidad de Sevilla.

El estudio tiene como objetivo determinar el impacto sobre la seguridad vial del nivel de supervisión de la norma a partir de los datos facilitados por la Guardia Civil. El profesor José Ignacio Castillo-Manzano y su equipo han determinado a través de un análisis econométrico en el período que va de 2006 a 2015 las variables que afectan a los accidentes de tráfico -número de efectivos desplegados en las carreteras, el número de radares, el momento económico o el mes del año entre otros- y las relacionaron con la supervisión realizada por la Guardia Civil en esos periodos.  Así, han podido constatar que un aumento del 10% en el número de los efectivos dedicados a la supervisión del cumplimiento de la norma reduciría los accidentes mortales en un 5,3%, es decir, se salvarían 90 personas al año.

En segundo lugar, han podido verificar también la efectividad de los radares cuyo efecto disuasorio es claro. Un incremento del 10% en el número de radares reduciría las víctimas en un 4%.

Como tercera conclusión del estudio destacan el efecto que las denuncias producen sobre el comportamiento de los conductores. Un aumento del 10% del número de denuncias también reduciría la mortalidad entre el 2,1% y el 1,5%. Mal que nos pese "las denuncias salvan vidas", señaló Jesús Monclús, director del área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre durante la presentación del informe.

Volver a los niveles precrisis

En el estudio también se ha comprobado que entre 2005 y 2010 se produjo un importante aumento en la actividad supervisora, que bajó significativamente en los años de la crisis sobre todo entre los años 2011 y 2013. Correlativamente se ha visto un descenso de las víctimas en la etapa de mayor inversión en supervisión y por el contrario un aumento -que actualmente estamos padeciendo- en los momentos en que la inversión en supervisión disminuye.

Por tanto, el modelo demuestra que recuperar el nivel de supervisión previo a la crisis salvaría alrededor de 600 víctimas en los próximos 5 años. Es cierto, como afirmó Benito Salcedo, jefe de la ATGC, en la presentación del estudio, que "la vigilancia cuesta dinero", pero es "muy rentable".

"La actividad de supervisión del cumplimiento de las normas de circulación es efectiva, salva numerosas vidas y, sobre todo, seguirá haciéndolo en el futuro si somos capaces de seguir invirtiendo en ella", concluyó Monclús, quien también demandó al Gobierno más inversiones en este sentido y se felicitó por el reciente anuncio de la convocatoria de 1.800 plazas para cubrir jubilaciones y nuevas incorporaciones en la DGT, que sin duda contribuirán a mejorar la supervisión y en definitiva a prevenir la siniestralidad en nuestras carreteras.

A más multas, menos muertos en las carreteras

Sobre el debate abierto en la sociedad sobre el afán recaudatorio de las multas de tráfico, desde la Guardia Civil, Salcedo fue claro, "No hay afán recaudatorio, sólo recaudamos vidas". "No nos gustan las sanciones", añadió, aunque reconoció que son necesarias como método disuasorio. "Nos gustaría ser capaces de educar y que no hiciese falta sancionar".

Además, el hecho de que no hay afán recaudatorio se demuestra observando que en la época de crisis no aumentaron las sanciones, cosa que hubiese sido lógica de existir ese afán.

Sin embargo, el profesor Castillo sí justifica multas más altas pero no por afán recaudatorio sino porque "alguien que genera un accidente, genera un coste social muy importante" y "aquel infractor que aumenta la probabilidad de sufrir un accidente, que aumente los costes sociales, debe pagar por ello".