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En 2018, 123 personas perdieron la vida como resultado de un fuego, lo que significa un 42% menos que hace un año, según se extrae de un informe publicado por Fundación Mapfre. Del total, 96 fallecieron a causa de un incendio en una vivienda, la cifra más baja de víctimas mortales de los últimos 9 años.

También se produjo en 2018 un descenso importante en la media diaria de fuegos que se produjeron en el hogar, contabilizándose 42, 21 incendios menos. Asimismo, se redujeron las intervenciones de los bomberos: 15.387 en 2018 frente a 23.000 en 2017.

Pese a esta positiva evolución, los expertos consideran que todavía no puede considerarse un cambio de tendencia a la baja, debido principalmente a la situación creada por los malos datos de 2016 y 2017 y a los resultados del primer trimestre de 2019, que han sido los peores desde 2010, con 75 víctimas mortales.

Principales causas

Entre las causas principales de la muerte destaca la intoxicación, que afectó al 58,8%, y las quemaduras, que quitaron la vida al 33%. Y las principales causas de los incendios en viviendas fueron los aparatos productores de calor (radiadores y braseros, entre otros), con 15 víctimas, y los incidentes eléctricos, con 12 fallecidos. Vuelve a subir el número de víctimas por el hábito de fumar (8 personas).

Durante los 6 meses fríos del año, de octubre a marzo, fallecieron 85 personas, el 69,1% del total. Y el peor mes fue febrero, cuando perdieron la vida 17 personas.

El incremento de personas mayores que viven solas y algunas malas costumbres de calefacción en muchas áreas rurales, debido principalmente al uso de braseros, estufas sin mantenimiento, chimeneas desprotegidas y aparatos eléctricos obsoleto, se traduce en que cerca del 45% de los fallecidos fueron mayores de 65 años.

Andalucía, con el mayor número de muertos

Por Comunidades Autónomas, las 5 con mayor índice de fallecidos por millón de habitantes fueron: La Rioja (6,3), Aragón (4,5), Andalucía (4,2), Cantabria (3,4) y Comunidad Valenciana (3,2). Por el contrario, las que tuvieron menor tasa de víctimas mortales en viviendas por millón de habitantes fueron: Islas Canarias (0,9), Madrid (1,6), Cataluña e Islas Baleares (1,7) y País Vasco (1,8).

En términos absolutos, Andalucía fue, por segundo año consecutivo, la región que registró el mayor número de víctimas mortales (36 fallecidos), seguida de Comunidad Valenciana (16) y Cataluña (13). A pesar de ello, estas tres comunidades han logrado una reducción muy significativa con respecto a 2017