Grupo Aseguranza

inicio
15 de marzo
08:53 2019
Compartir

La Ertzaintza destapa una estafa a aseguradoras por falsos accidentes de tráfico

37 personas investigadas y un fraude que podría alcanzar los 122.000 euros. Es el balance de la investigación que realiza la Ertzaintza sobre la estafa a compañías de seguros por falsos accidentes de tráfico en Vizcaya. Por el momento hay 37 personas declaradas investigadas judicialmente con diligencias remitidas a juzgados de Bilbao, Barakaldo, Getxo y Durango.

La investigación de la Ertzaintza comenzó a principios de 2018, cuando un representante de una aseguradora denunció una supuesta estafa en relación con accidentes de tráfico provocados con vehículos de alquiler, lo que permitió destapar el fraude y sus dos formas de operar.

En unos casos alquilaban un turismo para provocar colisiones de manera premeditada con vehículos y personas ajenas a esta actividad delictiva. Las personas implicadas, además, contrataban la póliza de seguro con las coberturas más amplias para recibir la mayor indemnización posible.

La Ertzaintza explica que tras sufrir el accidente no se producían traslados a centros hospitalarios se confeccionaba un parte amistoso, en la que se identificaba solo a las personas conductoras. Uno o dos días después del accidente, las personas implicadas con derecho a percibir indemnizaciones acudían a urgencias de un centro hospitalario y con el parte de urgencias acudían a especialistas en traumatología, quienes prescribían sesiones de rehabilitación. El proceso concluía con el pago de las correspondientes indemnizaciones por parte de las aseguradoras.

El segundo 'modus operandi', detalla la Ertzaintza, consistía en "acordar la compra de un vehículo de segunda mano, para lo que realizaban un contrato de compraventa particular con su titular. Sin haber realizado trámite administrativo alguno, y con el seguro del vehículo aún a nombre del titular original, provocaban un siniestro de forma intencionada". Y a partir de ahí se repetía el proceso del caso anterior.

Los accidentes se producían tanto en vías urbanas como interurbanas a baja velocidad. Rotondas o carriles de incorporación a vías rápidas eran algunos de los tramos elegidos para las colisiones.