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20 de septiembre
10:58 2018
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Al menos 2 de cada 10 jóvenes ha visitado en el último año webs de contenido peligroso

Los jóvenes españoles de 14 a 24 años consideran Internet y las redes sociales el lugar "donde hay que estar y desde el que hay que relacionarse". De hecho, consideran "raros" a los pocos que rechazan el uso de las tecnologías de la información, aunque también a aquellos que realizan un uso excesivo sacrificando parte de su vida off-line por una sobreexposición on-line.

Mayoritariamente mantienen un discurso que resalta las ventajas de su actividad virtual entre las que destacan hacer nuevos amigos (50,7%); relacionarse más con personas que están lejos (65,4%) o con sus amigos de siempre (47%); ser más eficiente o competente (41%); o divertirse (31,8%). Cuatro de cada 10 jóvenes incluso considera que el uso de Internet y redes sociales provoca que, en algún grado, aumente su autoestima, sobre todo lo señalan los hombres jóvenes.

Esta visión positiva de las redes sociales e Internet no impide que perciban riesgos claros, el 70% cree que los riesgos de acoso en Internet y redes sociales son "bastante o muy frecuentes"; o que sean víctima de situaciones graves como el maltrato, que afirma haber sufrido el 34%. También los contenidos duros y potencialmente peligrosos a los que acceden en la Red suponen un riesgo claro. En porcentajes nada desdeñables, los jóvenes españoles señalan haber visto en el último año:

Éstas son algunas de las principales conclusiones del estudio 'Jóvenes en el mundo virtual: usos, prácticas y riesgos', realizado por Fundación Mapfre y el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD.

Otra de las conclusiones es que la cantidad de tiempo invertido en redes sociales, en la gestión de su yo online, provoca que los jóvenes dejen de lado otras actividades como estudiar (49,9%), leer (49%) o practicar deporte (31,4%). Especialmente preocupante resulta el aumento en los últimos tres años de los jóvenes que reconocen que pierden horas de sueño por estar en redes: 31,3% en 2015 y 43,2% en 2018.

Muy significativo de este cierto nivel de dependencia percibido es que el 50% de los jóvenes reconozcan sentir con mucha frecuencia "un fuerte impulso de comprobar mi teléfono para ver si había pasado algo nuevo", un cierto FOMO (Fear Of Missing Out) o ansiedad por no enterarse y quedar excluidos de algo que ocurra en redes.

Para Eulalia Alemany, directora técnica del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, "es fundamental entender que ni padres ni profesores están legitimados ante los jóvenes como referentes en Internet o redes sociales. Por eso es prioritario que las estrategias de prevención de los riesgos del mundo on-line se dirijan a los jóvenes directamente. Necesitamos y debemos hablar con ellos sin intermediarios y en la FAD estamos trabajando en este sentido".