La Ley de Enjuiciamiento Civil establece como principio general que las costas se imponen a la parte perdedora en un litigio, -aunque hay alguna que otra excepción-. Esto afecta a la gran mayoría de los 'desencuentros' que se producen entra las compañías de seguros y sus clientes que hacen que estos se piensen mucho si demandar o no a las aseguradoras. Y para más inri, ahora el Tribunal Supremo ha imposibilitado que los abogados puedan cumplir con su deber de informar a los clientes de cuánto les supondrían esas costas en caso de perder el juicio, pues ha declarado nulos los criterios orientadores que hasta ahora se utilizaban para poder calcularlas. Vicente Rodrigo, abogado del despacho Basilea Abogados especializado en seguros, explica a Carta del Seguro el estado de la cuestión.