Grupo Aseguranza

inicio
16 de abril
08:30 2024
Compartir

El camino hacia las cero emisiones netas en el transporte marítimo: la perspectiva actual

El sector del transporte marítimo es responsable del 90% del comercio mundial y se estima que contribuye, directamente, con el 3% de las emisiones de gases globales de efecto invernadero, aproximadamente 710 millones de toneladas al año. La Comisión Europea proyecta que, sin intervención alguna, esta última cifra podría ascender hasta el 10%-13% en las próximas décadas.

Como resultado, el sector del transporte marítimo se encuentra presionado para abordar esta situación y encontrar formas de reducir estas emisiones. Este artículo explora cómo las compañías navieras están abordando la transición hacia el "cero neto" y los desafíos asociados a la suscripción de seguros marítimos ocasionados por esta transición, así como las acciones que los equipos de suscripción de Chubb están tomando para apoyar a sus asegurados en todo este proceso.

Los desafíos de la descarbonización en la navegación mundial

Al igual que muchas otras industrias, el sector del transporte marítimo se enfrenta a una serie de desafíos en la transición hacia el objetivo del "cero neto". Esto se debe a varios factores. La naturaleza global y compleja de la navegación dificulta que la industria pueda llevar a cabo cambios hacía la descarbonización de manera uniforme y a gran escala. Además, las compañías navieras deben considerar múltiples factores como los relativos a los pabellones, organismos reguladores, fletadores y complejas estructuras de beneficiarios, al realizar cambios significativos en sus flotas para reducir las emisiones de carbono. La falta de infraestructura auxiliar global, como instalaciones de suministro de combustibles alternativos o la capacidad en astilleros, también puede constituir obstáculos durante las etapas tempranas de transición hacia nuevos combustibles. No obstante, la investigación, el desarrollo y la implementación de nuevas tecnologías para los requisitos de transición energética se están llevando a cabo y se introducirán gradualmente en toda la industria

Aunque la industria marítima enfrenta desafíos técnicos y operativos complejos para llevar a cabo la transición hacia el "cero neto", la Organización Marítima Internacional (OMI) ya ha establecido objetivos para que la industria reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto para el año 2050, con hitos intermedios en 2030 y 2040. Estos objetivos han motivado a muchas compañías navieras a participar y desarrollar tecnologías para reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia del combustible. Aunque aún nos encontramos en las primeras etapas de este proceso global, la investigación, el desarrollo y las decisiones de inversión en combustibles alternativos están acelerando la transición, con la participación de las principales sociedades de clasificación.

Las preocupaciones en torno a las nuevas tecnologías y los combustibles con baja huella carbono en el transporte marítimo.

Existen una variedad de diferentes tipos de combustibles, mejoras tecnológicas y operativas, que podrían reducir las emisiones de carbono producidas por los buques o mejorar su eficiencia. Muchas compañías navieras están cada vez más comprometidas con la investigación y desarrollo, y ya están comenzando a realizar pedidos de nuevos buques propulsados con tipos de combustibles alternativos. Con algunos grandes propietarios realizando pedidos significativos durante los últimos seis meses, ahora está empezando a surgir un consenso sobre las tecnologías que es probable que sean adoptadas en el sector.

Según el Clarkson's 2023 Shipbuilding Review, los buques propulsados por combustibles alternativos representan el 45% de los pedidos totales realizados a astilleros. Clarkson también estima que el 31% de los buques actualmente en operación se clasificarán como D o E según el Indicador de Intensidad de Carbono (CII), lo que ilustra el alcance de la transición requerida dentro de la industria.

Si bien el metanol, el amoníaco y el gas natural licuado (GNL) son los tres tipos de combustibles alternativos con mayor demanda en 2023 según DNV (Det Norske Veritas), la industria también dispondrá de otros combustibles alternativos como la biomasa, el hidrógeno y la energía eólica. Cada uno de estos combustibles tiene requisitos específicos de suministro, almacenamiento y uso, muchos de los cuales difieren, significativamente, de los combustibles convencionales. En consecuencia, cada solución energética requerirá especificaciones de riesgo diferenciadas y medidas de control para permitir una implementación y gestión efectivas. La toxicidad del amoníaco, la baja densidad del hidrógeno y la naturaleza altamente inflamable del metanol son algunos de los nuevos desafíos a los que se enfrentan diseñadores navales, sociedades de clasificación, reguladores, operadores y aseguradoras por igual. Dado que la industria tiene, relativamente, poca experiencia en la gestión de estos combustibles, uno de los desafíos para las compañías navieras es capacitar a sus tripulaciones en el manejo de los nuevos tipos de combustibles para garantizar una gestión segura y efectiva, especialmente cuando aún no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre qué combustibles prevalecerán a largo plazo.

En el diseño de nuevos buques se tienen en cuenta una serie de innovaciones, modificaciones técnicas, de carácter operativo, para mejorar la eficiencia del consumo de combustible. Esto incluye considerar los patrones climáticos que afectan las rutas, modificar los diseños de los cascos, los sistemas de lubricación y los recubrimientos para minimizar la fricción con el agua, así como los sistemas de propulsión.

La necesidad de que los buques reduzcan las emisiones de carbono ha reavivado el debate sobre la propulsión nuclear para buques de gran tonelaje. Actualmente, más de 160 buques, principalmente buques militares, funcionan con reactores nucleares. Aunque la tecnología está en gran parte probada, persisten preocupaciones relacionadas con la regulación actual, la seguridad, los puertos de refugio, la respuesta en caso de salvamento y los aspectos específicos relacionados con el aseguramiento para esta clase de buques.

Un efecto no deseado de los esfuerzos de la industria marítima por reducir las emisiones de carbono es que es probable que el aumento continuo del tamaño promedio de los buques en algunos sectores, una tendencia que hemos observado en las últimas dos décadas, genere complicaciones en el salvamento y la gestión de reclamaciones, lo que representa una preocupación creciente para las aseguradoras marítimas. Se espera que, como resultado, estas preocupaciones aumenten.

El enfoque de Chubb en relación con el transporte marítimo y la reducción de emisiones.

Gracias a la información y las métricas disponibles, como las calificaciones de CII de los buques, los suscriptores pueden rastrear el progreso dentro de sus propias carteras hacia la obtención de cero emisiones netas. Como resultado, las compañías de seguros están desempeñando un papel cada vez más importante en la transición hacia el objetivo de cero emisiones netas, al brindar asesoramiento a los clientes que ya están cumpliendo con las obligaciones actuales para lograr este objetivo.

No obstante, cualquier cambio en el perfil de riesgo que resulte de la introducción de nueva tecnología, incluidas las consideraciones medioambientales obligatorias, crea un panorama de riesgo novedoso no solo para las compañías navieras, sino también para la industria de seguros. Muchos de los desafíos mencionados en este artículo pueden tener un impacto potencial en los tipos de reclamaciones y los costos asociados en el futuro.

En Chubb, trabajamos con nuestros clientes y sus mediadores de seguros para respaldar su transición hacia el objetivo de cero emisiones netas, a través de un enfoque sólido basado en la gestión de riesgos. Esto va más allá del sector marítimo y ejemplifica nuestros esfuerzos por promover la acción climática en todas las industrias y áreas en las que operamos a nivel mundial.

Nuestros equipos de suscripción también abordan las necesidades de seguros que surgen de la transición energética global, particularmente la creciente demanda de producción de vehículos eléctricos. Con este fin, Chubb ha desarrollado un producto específico para el aseguramiento del transporte de baterías de iones de litio a través de cobertura a medida y el apoyo del departamento de gestión de riesgos de la compañía.

Conclusión

En las próximas dos décadas, la industria marítima y las aseguradoras serán testigos de la introducción más amplia y completa de nuevas tecnologías en tiempos recientes. La transición para reducir las emisiones del transporte marítimo ya ha comenzado y se espera que se acelere aún más.

Aunque todavía hay muchas solicitudes para la construcción de buques propulsados por amoníaco o metanol, muchas compañías navieras siguen explorando diferentes opciones de combustibles alternativos y asociados a tecnologías eficientes. Es evidente que diferentes combustibles alternativos coexistirán, aunque aún no está claro qué opciones prevalecerán a gran escala. Sin embargo, los equipos de suscripción, gestión de reclamaciones y gerencia de riesgos de Chubb están preparados para dar apoyo a la industria marítima en su camino hacia un futuro de cero emisiones netas.

Artículo de Vicente Contreras, Senior Marine Underwriter en Chubb.

Si quiere recibir diariamente y GRATIS noticias como esta, pinche aquí