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Mañana está prevista la ratificación oficial de los candidatos a la presidencia del Consejo General. Ese trámite estaba programado para el pasado martes pero no pudo realizarse por diversos motivos.

Como adelantó esta redacción, finalmente hay dos presidentes de colegios que han optado por presentarse, aunque había otros que habían valorado también concurrir y que en las últimas semanas han optado por no hacerlo.

El viernes 22 de enero finalizó el plazo para presentar candidaturas a la presidencia del Consejo General y las dos confirmadas son las de Javier Barberá (Colegio de Lleida) y Juan Carlos Echevarría (Colegio de Vizcaya).

Javier Barberá, actual presidente del Cecas y vicepresidente del Consejo General, encabeza una propuesta continuista y una lista más cerrada, que busca la eficiencia y reduce a 5 miembros, el mínimo que marcan los estatutos, el número de su Permanente. Estaría acompañado por Zacarías Fernández (Colegio de Badajoz) como vicepresidente; Alex Mestre (Colegio de Tarragona) como tesorero; Javier García (Colegio de Jaén) para la vocalía de Agentes y Miguel de las Morenas (Colegio de Zaragoza) para la de Corredores. Además, el proyecto de Barberá incluye diversas comisiones de trabajo, que ya existían anteriormente, que contribuirán al día a día de la institución. La de Formación estaría liderada por el actual presidente del Colegio de Córdoba, Huelva y Sevilla, José María Moreno, que también sería presidente del Cecas, y una segunda que haría de puente entre el Consejo General y los distintos consejos autonómicos, llamada Interterritorial, cuyo responsable sería el actual presidente del Consejo General, Reinerio Sarasúa.

La segunda candidatura es la del presidente del Colegio de Vizcaya, Juan Carlos Echevarría. Su propuesta busca romper con la línea anterior del Consejo General y el candidato no presenta a nadie en su lista, una decisión permitida en el artículo 144 de los estatutos siempre y cuando se presenten los 10 avales que marca el código de regulación del Consejo General. Como han asegurado a esta redacción diversas fuentes, esta opción se suele permitir entre los presidentes de los distintos colegios con la intención de favorecer "el juego democrático", aunque reconocen que sugiere cierta incertidumbre.