La mediación se volcó por el gran apagón
Cómo es posible que a estas alturas suceda algo así. Esa era la pregunta que nos hicimos el 28 de abril, día de caos por el gran apagón en toda España, Portugal y sur de Francia, por algo de momento etéreo porque se siguen investigando las causas. El resultado fue la desconexión total del sistema eléctrico peninsular y todo lo que ya sabemos pero, como era de esperar, la mediación de seguros se movilizó ante esta situación atípica.
El Consejo General anunció que trabajaban para ayudar a los clientes a canalizar las reclamaciones pertinentes a raíz de este masivo apagón. Entre sus recomendaciones a los asegurados recomendaban que se considera corte de luz indemnizable cuando no exista suministro eléctrico durante más de 3 minutos y no se trate de un apagón programado para realizar trabajos de mantenimiento en la red. Igualmente, se considera como daño eléctrico cualquier desperfecto que esté relacionado con un problema en el suministro de electricidad.
Sobre esta situación también se ha pronunció Fecor, que hizo un llamamiento a la calma y a la solidaridad. En un comunicado oficial, quiso transmitir confianza a los asegurados, destacando la labor profesional y la fiabilidad del colectivo de corredores en la gestión de siniestros. El presidente de Fecor, Alberto Ocarranza, señaló que "nuestros profesionales están preparados para responder en momentos críticos como este" e insistió en la necesidad de actuar con responsabilidad: "Dada la magnitud de lo ocurrido, pedimos a los asegurados que prioricen la solidaridad. Sabemos que todos los casos importan, pero es fundamental gestionar primero las situaciones más graves o urgentes".
También hubo otras manifestaciones de la mediación, como fue el caso de RibéSalat. La correduría comunicó, "con prudencia y en función de lo que se determine oficialmente sobre el origen del sucedo", algunas reflexiones. En cuanto al impacto en la industria, señalaba que las pólizas de Daños Materiales suelen contemplar esta cobertura cuando la paralización proviene de un daño material asegurado. No obstante, en este caso concreto (apagón eléctrico), la aplicabilidad de la cobertura dependerá del clausulado y de si efectivamente se produce un daño asegurado.
Intermundial también emitió una opinión y señaló que situaciones como esta ponen a prueba la reacción del sector y, sobre todo, generan una gran incertidumbre entre quienes están en tránsito o a punto de iniciar su viaje. Ante el desconocimiento sobre la causa del incidente indicó que "todavía no es posible confirmar fehacientemente la aplicabilidad de las coberturas contratadas". Ante esta situación, Intermundial cree fundamental recordar que las reclamaciones "deben gestionarse directamente con las compañías de transporte, ya que estas incidencias no suelen ser consideradas responsabilidad directa de aerolíneas ni ferroviarias".
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