La mayor concienciación por los riesgos reputacionales no se traslada a una mejor respuesta
Las organizaciones son cada vez más conscientes del coste potencial del daño reputacional. De hecho, los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza son 3 de las 5 principales preocupaciones reputacionales para las empresas, según se extrae del informe '2023 Reputational Risk Readiness Survey Report', publicado por WTW y para el que se ha encuestado a 375 altos ejecutivos de grandes multinacionales de 20 países, todos ellos responsables de la estrategia de riesgos de su compañía.
Otra conclusión de este informe es que la reputación es ahora 1 de los 3 principales riesgos para el 26% de las empresas, frente al 18% en 2021, y 1 de los 5 principales para el 55% de las compañías. Según el informe, el 95% de las compañías encuestadas tiene un presupuesto específico para eventos de reputación.
Sin embargo, a medida que aumenta la concienciación, la confianza en los sistemas de gestión de riesgos y las capacidades de respuesta a las crisis ha disminuido desde 2021. Así lo indican estos resultados del informe: solo el 10% se compromete mensualmente con las partes interesadas en cuestiones de reputación, frente al 37% en 2021; solo el 14% vincula un proceso formal de gobernanza para los riesgos de reputación a los indicadores clave de rendimiento (KPI) a nivel directivo, frente al 23% en 2021; y solo el 13% afirma que su resistencia a los problemas de reputación es muy buena, frente al 23% en 2021.
Impulsada por la necesidad de proporcionar credenciales ESG a los socios comerciales, clientes, reguladores, inversores y prestamistas, la reputación se ha convertido en un riesgo financiero para las empresas. Esta evolución ha cambiado las actitudes hacia la gestión de la reputación. En respuesta, los departamentos financieros asumen ahora un papel más importante. De hecho, la encuesta muestra que 3 de cada 5 empresas consultadas tienen ahora a su director financiero como miembro de su equipo de crisis, lo que supone un aumento de casi el 50% con respecto a 2021.
"La gestión de la reputación está cambiando con el mundo. Las empresas que lideran la curva de madurez del riesgo reputacional son las que reflexionan con regularidad y detenimiento sobre las posibles repercusiones estratégicas y financieras de los incidentes, y lo hacen en el contexto de la influencia cambiante de las ASG y los medios sociales. Las empresas deben mantener debates regulares, formales y a nivel de consejo sobre los riesgos que existen para la reputación de la compañía y sus marcas, y evaluar de forma proactiva no sólo las amenazas, sino también las oportunidades para la reputación que pueden venir con una crisis. Es posible sufrir una crisis de reputación y salir de ella con una imagen aún más reforzada ante los clientes y el mercado; hay que saber gestionarlo", ha afirmado Ulysses Grundey, director de D&O y Riesgo reputacional en WTW España.
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